Hace años que recolectamos y comemos plantas silvestres con frecuencia.
Entre nuestro jardín y los lugares permitidos para recolectar, tenemos a nuestra disposición una fuente de alimento abundante y saludable.
Aunque esto no siempre fue así.
Mi primera experiencia con una planta silvestre comestible se produjo hace más de 25 años.
Pasábamos un fin de semana de acampada por una zona de bosques muy bonita y frondosa.
Durante la caminata que nos llevaba al lugar del campamento una de las guías se paró a recoger unas plantas.
Por aquel entonces mi conocimiento sobre la recolección de plantas silvestres era inexistente.
Me ofreció unas cuentas hojas y me preguntó:
¿A que huele?
Todavía recuerdo mi sorpresa y agrado al comprobar que esas hojas olían a ¡ajo!
Pero no era ajo, sino lo que aquí llaman “ajo sin ajo”.
Me pareció más fascinante aun cuando recogió un buen puñado para degustar durante la cena que cocinamos con leña al aire libre.
Quise saber más.
Me compré libros y guías, pero la información me parecía confusa y me costaba mucho identificar la planta con total seguridad.
Me daba cosilla confundirme con una planta tóxica.
Eso sí, no me di por vencida y perseveré aunque al final…
Salí con ella durante un solo día.
Me dio varias claves y la confianza necesaria para dar mis primeros pasos en solitario.
A partir de ahí todo fue más fácil y cada año que pasaba podía añadir nuevas plantas silvestres a mis platos.
De hecho, lo sigo haciendo ya que la abundancia vegetal de la naturaleza es inmensa y cada nueva temporada incluyo nuevos descubrimientos en nuestros platos.
Hoy en día las plantas silvestres forman parte de nuestra vida diaria.
Y no solo las comemos nosotros sino también nuestros clientes, durante las actividades que organizamos o nuestros amigos cuando vienen a casa.
Gracias a esta actividad tan placentera y olvidada hemos logrado conectar de manera profunda, no solo con la naturaleza y sus ciclos sino con lo que significa la soberanía alimentaria.
Por experiencia sabemos que no es fácil dar esos primeros pasos.
Hasta con la mejor guía de campo puedes equivocarte.
Por eso queremos presentarte la mejor solución para dar esos primeros pasos con rapidez y sin riesgos.
Soy Kiki Nárdiz, herborista certificada y coach de estilo de vida salvaje.
Diversas titulaciones en distintas áreas avalan mis conocimientos, pero lo más importante que puedo ofrecerte hoy es la experiencia que he ido acumulando a lo largo de un largo camino de vuelta a la naturaleza.
Me apasiona transmitir este conocimiento que se pierde a pasos agigantados y manterlo vivo.
Para ti, para tus hijos y las futuras generaciones.
Reconozco que la horticultura no es lo mío.
Tenemos un jardín en el que nos encanta vivir en cuanto el tiempo lo permite. Sin embargo, el tema del huerto no nos acaba de llamar.
Nos produce mucha más satisfacción y conexión con el medio natural salir a recolectar.
Les plantas silvestres son muy resistentes y lo principal, se saben cuidar solitas.
No hace falta sembrar, regar, compostar, etc.
¿En qué momento del devenir histórico se nos ocurrió apropiarnos de lo que ya hacía la naturalreza por sí misma y sin esfuerzo?
Recolectar es puro sentido común además de un verdadero placer.
Da igual donde vivas, hay cientos de plantas comestibles en todas partes casi todas las épocas del año.
Las plantas silvestres comestibles ¡son abundantes !
¿Que vives en una gran ciudad y no tienes jardín?
¡No hay problema!
Te sorprendería la cantidad de plantas que tienes cerca y no te has dado cuenta.
Por algo formaban una parte nada desdeñable de la dieta de los pueblos cazadores-recolectores.
Solo la ortiga tiene 7 veces más vitamina C que las naranjas y 3 veces más hierro que las espinacas.
Mejor y más económico “vitaminarse” directamente de la naturaleza que con botecitos de plástico ¿verdad?
Todo lo que necesitas para tener una salud óptima está en la naturaleza.
Sus abundantes principios activos pueden sanarte, pero también pueden ser peligrosos.
Por eso es bueno inciarte con alguien que ya tenga experiencia en la materia y evitar sustos innecesarios.
1- Que empieces a recolectar tus primeras plantas silvestres,sin miedo y con seguridad
2-Reforzar tu soberanía alimentaria, te vas a sentir mucho más libre
3- Que accedas a alimentos ultra sanos
4- Empezar a ahorrarte unos euritos, ya sabes, las plantas silvestres ¡son gratis!
5- Reconectar con la naturaleza de manera activa y profunda
6- Preservar el conocimiento ancestral amenzado con su desaparición ¿cuento contigo para transmitirlo a tus allegados?
Durante este taller online grabado de 1 hora y media de duración:
– Te enseño a identificar y recolectar tus primeras 7 plantas silvestres. Se encuentran fácilmente en toda Europa
– Te muestro cómo recolectar de manera segura y sostenible
– Vemos qué época del año es la más apropiada para recolectar
– Te doy un montón de ideas sobre cómo utilizarlas en la cocina
– Me preguntas lo que quieras por email si te han quedado dudas
Además he decidido crear, para que te lo lleves también:
– Un ebook con 7 recetas
– La ficha técnica de cada planta
– 7 fotos en detalle de cada planta y la parte a utilizar para evitar cualquier error
Tanto el e-book como las fichas son en formato PDF para que te las descargues cómodamente.
Después de este taller está en tus manos salir al campo y empezar a recolectar.
Ya verás la enorme satisfacción que te produce recorrer la naturaleza y reconocer quien se esconde detrás de esa masa verde que te parecía tan uniforme y monótona.
Hay plantas silvestres disponibles todo el año.
Eso sí, la primavera es la estación por excelencia para descubrir las primeras plantas que asoman confiadas su cabecita.
Puedes adquirir este taller por solo 39 EUR.
Qué son esos euros al lado de la soberanía alimentaria que ganarás, los paseos por el bosque en familia, el reencuentro con la naturaleza, el redescubrimiento de los saberes ancestrales, el placer de preparar y saborear tu cosecha…
¡Te espero dentro con mucha ilusión!
Desde que hice este taller con Kiki miro el mundo que me rodea con otros ojos y lo veo todo ¡mucho más bello!
Gracias por tu labor para que más personas lo consigan.