Me figuro que ya te habrás dado cuenta, pasan las fiestas y después del bombardeo del turrón llega el bombardeo del détox.
Lo mismito pasa al llegar la primavera y después del verano:
¡Depura tu organismo!
¡Dieta detoxificante!
¡Zumos para adelgazar!
¡Batidos verdes para depurar!
No te digo yo que después de los excesos, si es que los ha habido, no haya que dar tregua al organismo, pero mejor sin extravagancias, por favor.
No debemos menospreciar la sabiduría del cuerpo que, si todo funciona correctamente, posee los mecanismos necesarios para depurarse solito.
Eso sí, si ha habido excesos, lo mejor es echarle una manita y lo podemos hacer de las siguientes maneras, por cierto, bastante más económicas y eficaces que las que se anuncian por ahí.
#1. La mejor manera de evitar los ingredientes tóxicos es no exponerte a ellos
Ya sabes, más vale prevenir que curar.
En un mundo tan contaminado, ¿podemos realmente ponernos a salvo de tantas sustancias dañinas para la salud?
A salvo del todo no vamos a estar, pero sí que podemos reducir la exposición de manera considerable.
Sigue leyendo.
Aprende a identificar los verdaderos alimentos.
Nuestro consejo es que no te compliques la vida ni te fustigues con pócimas mágicas, dietas raras y milagrosas o suplementos que vienen del quinto pino porque la salud se consigue, en lo que a alimentación se refiere, de una manera bastante sencilla: comiendo comida real.
¿Qué es la comida real?
Aquella a la que estamos adaptados como especie, es decir, la que nos ofrece la naturaleza con un mínimo de procesamiento.
Estamos adaptados a comer plantas (raíces, tubérculos, hojas, flores, semillas y frutos) y animales, lo más silvestres posible (o ecológicos).
A estas alturas te puede parecer demasiado evidente, pero lo vuelvo a mencionar porque me sigue llegando gente que me pregunta si la pasta y el pan son comida real.
Que vale, que no pasa nada por disfrutar de un buen plato de pasta de vez en cuando o de un buen bocata de lo que te guste, pero no pueden formar la base de nuestra alimentación diaria.
En cuanto a los famosos zumos de fruta “depurativos” (recién hechos), puntualizar que, aunque son comida real con un mínimo de procesamiento y aportan gran cantidad de antioxidantes y nutrientes, tienen una concentración de azúcar demasiado elevada a la que normalmente no llegarías comiendo solo la fruta con su pulpa rica en fibra.
Los alimentos naturales, como una pieza de fruta, cuentan con la ventaja de tener nutrientes en la proporción adecuada. ¡La naturaleza es sabia!
Solo con implementar este punto estamos ya dando un paso de gigante a la hora de minimizar la presencia de tóxicos en nuestro organismo.
Si eres de los que todavía cree que come pocos alimentos procesados podrías llevarte una sorpresilla haciendo el siguiente ejercicio.
1 – Te invito a registrar durante una semana todo lo que comes cada día, detallando ingredientes.
Es un ejercicio bastante curioso porque a pesar de que todos tenemos en mente que la comida procesada no es saludable, al analizar de forma detallada los alimentos que hemos ingerido durante toda una semana el resultado te puede dejar desconcertado. 😊
Es importante detallar los ingredientes porque los procesados se esconden disimuladamente en cualquier parte.
Ejemplo: cuando he cocinado lentejas, y solo escribo en mi lista lentejas, lo daré por bueno, pero si las he preparado usando salsa de tomate de bote y cubitos de caldo estoy empleando una dosis nada desdeñable de productos procesados.
2 – Una vez completada la tabla, marca en rojo todos los alimentos procesados que has utilizado.
De este modo tendrás más control sobre lo que comes y podrás ir ajustando y mejorando la selección de ingredientes.
3 – Elimina o sustituye por una alternativa saludable los alimentos procesados que hayas detectado.
Dicen por ahí que el que escribe triunfa, así que ya sabes, anota tus ingredientes y desenmascara al impostor.
Aprende a descifrar las etiquetas o a crear tus propios productos de higiene personal, limpieza y cosméticos
La mayoría de los productos que uso no contienen más de cuatro ingredientes. Solo utilizo más cantidad cuando mezclo varias plantas.
No somos conscientes de que antes de salir de casa cada mañana ya vamos cargaditos con una cantidad nada desdeñable de sustancias tóxicas ocultas en productos varios, y si eres mujer, multiplica como mínimo por 2: pasta de dientes, gel de ducha, champú, cremas varias, desodorante, maquillajes, espuma de afeitar, etc.
Puedes iniciarte en la creación de tus propios productos con estas recetas:
Al aire libre
Desde que adoptamos la vida domesticada, hará más de 10.000 años, la mayor parte de nuestra vida transcurre encerrados en casas y en otros espacios artificiales.
Si el aire que respiramos fuera está contaminado, no pienses que estás a salvo en tu dulce hogar o cualquier otro espacio cerrado. Dentro de estos lugares la contaminación puede llegar a ser mayor al estar concentrada en pocos metros.
Productos de limpieza, de higiene, pinturas sintéticas, calefacción, aire acondicionado, por no mencionar la invisible polución electromagnética, hacen que el aire que respiramos sea cualquier cosa menos aire puro.
Hay ciertos gestos que podemos hacer para mejorar el aire que respiramos:
- ventilar la casa a diario, 10 minutos como mínimo en invierno y todo lo que te sea posible el resto del año
- hacer uso de plantas que purifican el aire como la cinta, el helecho o el espatifilo
- pasar todo el tiempo que puedas al aire libre.
Mucha gente piensa que vivir en una ciudad no te permite respirar aire fresco. Vale, muy fresco no es, pero el aire concentrado en los diversos espacios que frecuentamos puede estar hasta 10 veces más contaminado.
#2. Estimular el hígado y los órganos emuntorios
El intestino, los pulmones, los riñones y la piel están preparados para hacer frente a los tóxicos y son los encargados de eliminar los residuos metabólicos del organismo:
- Los pulmones, intercambiando oxígeno y CO2 de manera equilibrada
- Los riñones, a través de la orina
- La piel, a través del sudor
- El intestino a través de las heces
- El hígado no es un órgano de eliminación en sí pero es el encargado de neutralizar las sustancias tóxicas encontradas en la sangre para que los órganos emuntorios las expulsen
Podemos estimular la función de estos órganos con ayuda de las plantas:
Una mezcla de diente de león y solidago virgaurea en infusión (2 tazas al día) durante 2 semanas para estimular la función renal.
Una cura de cardo mariano, planta hepatoprotectora por excelencia, en forma de cápsulas o comprimidos, siguiendo la recomendación del prospecto. Eso sí, lee bien la etiqueta ya que algunas marcas tienen una cantidad irrisoria de silimarina, principio activo del cardo. El extracto deberá tener 400mg como mínimo.
En cuanto a la piel, evitaremos los cosméticos y productos de higiene con ingredientes tóxicos. También podemos hacer uso de la sauna para estimular la expulsión de sustancias de deshecho a través del sudor.
El intestino por su parte lo cuidaremos a través de la comida real como explicado más arriba.
#3. Ayunar
El ayuno es una práctica que se viene empleando desde tiempo inmemorial para promover la salud física y espiritual y los beneficios son muy numerosos.
Nosotros practicamos con regularidad el ayuno intermitente y en este artículo te hablamos con más detalle de nuestra experiencia. En él hemos recopilado también artículos de otros blogs sobre el tema que nos parecen muy completos.
#4. Más vale prevenir: una de hábitos
La moda de hacer détox nos parece injustificada: parece como que tienes margen para ponerte hasta arriba de alimentos nocivos durante un determinado periodo de tiempo porque luego “ya haré détox” y aquí no ha pasado nada.
Además, la palabra dieta nos conecta directamente con la escasez y la carencia y nos provoca un estrés considerable.
Creemos que existe una herramienta mucho más poderosa para dejarnos de tanto détox y desterrar para siempre el manoseado “mañana empiezo” o “a partir de mañana…”.
El tiempo y la experiencia nos has demostrado que implantar hábitos saludables que permanezcan SIEMPRE en nuestra rutina diaria es la clave para mantenernos sanos y llenos de energía.
¿No sería mucho más bonito y coherente aprender a hacer elecciones positivas para llevar un estilo de vida que tú has elegido y con el que no sientes que te estás perdiendo algo, sino que estás ganando mucho?
Analiza qué motiva tus elecciones y aprende a dirigir tus actos hacia dónde realmente quieres ir.
Para ello te propongo una herramienta muy práctica que aprendí de Ana Moreno.
La regla de las “6 Ds”
1/ La D de deseo: ¿Cuál es tu deseo o qué hábito que deseas cambiar?
Ejemplo: dejar de comer pan porque me sienta como un tiro.
Imagina por un momento que ya lo has conseguido. Cierra los ojos y visualiza con detalle cómo es tu vida ahora, con ese deseo cumplido: te sientes ligero, con más energía, ya no te duele la tripa ni la tienes hinchada, disfrutas más de la vida…
2/ La D de decisión: después de la visión previa, ¿estás decidido a lograr ese deseo? La decisión implica compromiso, comprometerte a dejar ir algo para conseguir otra cosa mejor. ¿Estás dispuesto? Siente lo que te dice el cuerpo.
3/ La D de determinación: ahora que has decidido ir a por ello, ¿cómo vas a hacerlo? Traza un plan de acción muy concreto con sus etapas para conseguir lo que te has propuesto.
Ejemplo: seguimos con la meta de dejar de comer pan.
Plan de acción: durante la semana 1 lo elimino en el desayuno y para cada día tengo preparado un desayuno alternativo.
4/ La D de disciplina que vas a necesitar para llegar a la meta. Los primeros días de te puede costar mucho, pero a partir de los 7 días empezará a ser mucho más llevadero y alrededor de los 21 días te saldrá de manera automática.
5/ La D de disfrutar. Esta parte tan importante se le olvida a la mayoría y sin embargo es uno de los motores que nos impulsa para seguir adelante. Olvídate de la meta y disfruta del día a día.
Igual no le ves la gracia a dejar de comer pan, pero intenta verlo de otra manera.
Por ejemplo, averiguando qué hay de divertido en ello, estudiando las diferentes y variadas alternativas que existen, aprendiendo de culturas que han vivido milenios sin conocer la existencia de este alimento, inspirándote en personas que ya lo han conseguido.
La actitud ante la vida es todo.
6/ La D de desarrollar nuevos hábitos una vez que hayas alcanzado el primero.
Has llegado a la meta, te sientes genial y lleno de energía por tu logro y sabes que estás preparado para abordar tu próximo objetivo, que puede ser, por ejemplo, dejar de beber refrescos o lo que consideres conveniente.
¡Ánimo, tu puedes! ¿Te pones en marcha?
#5. Respeto y autoamor
Para terminar, creo firmemente que la falta de amor propio y respeto por uno mismo es una de las mayores causas de los malos hábitos, no solo alimenticios sino de todo tipo.
De manera inconsciente recurrimos a la estrategia de llenar los rincones vacíos de nuestra vida con comida u otras sustancias y hábitos adictivos.
Por eso es muy importante que consideres el cambiar de hábitos para un estilo de vida pleno como algo enriquecedor.
No lo veas como algo difícil o aburrido sino como un acto de amor y respeto hacia ti mismo, simplemente porque te mereces lo mejor que la vida puede ofrecerte.
Ahora es tu turno, ¡cuéntame!
¿También te sientes bombardeado por los anuncios de détox?
¿Cuál es tu experiencia al respecto?
¿Te cuesta instaurar hábitos saludables en tu vida?
¡Te espero en los comentarios!
Un abrazo muy grande,
Crédito de fotos: Michał Grosicki, Christiann Koepke, Lisa Hobbs for Unsplash
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