En la primera parte de este artículo, vimos la importancia de un sueño reparador para lograr una salud óptima, los beneficios que aporta y lo que sucede cuando no se le concede a este hábito la importancia que merece.
También te explicaba cómo el desbarajuste empezó con la llegada de la luz artificial a finales del siglo XIX, que nos desconectó de nuestro patrón de sueño hasta entonces habitual, quedando perturbado el ritmo circadiano.
Todos los seres humanos tenemos un reloj biológico que marca ritmos y que no podemos ignorar. Este reloj regula nuestro funcionamiento fisiológico y nuestro comportamiento, gracias a la secreción de hormonas. A su vez, es regulado por varios factores, siendo la luz el más importante.
Nuestro código genético lleva la información de que de día se realiza actividad y de noche se descansa. Sin embargo, la exposición a la luz artificial, de baja calidad y siempre constante, altera seriamente nuestro ritmo circadiano, sobre todo el del sueño, obstaculizando la recuperación física.
Con la puesta de sol, nuestros ancestros se iban a dormir. En la sociedad actual, hacemos lo contrario. Llegamos a casa después de una larga jornada laboral y empieza otra frenética: preparar la cena, recoger la cena, hacer deberes, organizar el papeleo, ver la tele, más ordenador, teléfonos, redes sociales…
No te vamos a decir ahora que a las ocho te metas en la cama, ni que dejes de ayudar a tus hijos con las tareas escolares. Sabemos que el ritmo es alto pero, precisamente por ello, es necesario equilibrarlo y reducirlo poco a poco con un ambiente que favorezca la calma y el sueño. Cuando la naturaleza se vaya a dormir, vete preparando tú también.
Hoy, como te prometí la semana pasada, vamos con la parte práctica.
13 consejos para una noche de ensueño
Incorporando de forma gradual pequeños hábitos, lograrás experimentar grandes resultados. Se trata de darle a tu organismo lo que espera en cada momento, en la medida de lo posible. Solo con estos dos primeros pasos puedes empezar a sincronizarte de nuevo con tu ritmo circadiano y notar las primeras mejoras:
Te aseguro que estas dos prácticas son mucho más eficaces para empezar el día con energía que una taza del mejor café. Pero, además, tienes otras muchas opciones, quédate con la/s que te funcione/n:
1. Aprende a despertarte con la salida del sol Para ello, es conveniente no cerrar las persianas a cal y canto. Unas cortinas suelen ser suficientes, a no ser que vivas en un lugar de gran contaminación lumínica, como en el centro de una ciudad. Es mucho más agradable que te despierte la luz del día que un enfurecido despertador :-). Si debes despertarte antes de que salga el sol, existen despertadores que simulan la luz de amanecer. 2. Conoce la luz La luz de la mañana es clara para invitarte a la actividad diaria; la del mediodía es de espectro azul para mantener dicha actividad, y la de la tarde es naranja, como la puesta de sol, para invitarnos a ir reduciendo el ritmo y así entrar poco a poco en fase de descanso. El gran problema es que hoy en día vivimos casi todo el día con luz artificial, que es azul (aunque no tan luminosa como la del sol pero suficiente para inhibir la producción de melatonina). Estar enganchados todo el día a dispositivos electrónicos y expuestos a luz artificial es casi como estar expuestos todo el día a la luz azul del mediodía. Si no te queda más remedio que utilizar el ordenador cuando la luz natural se va extinguiendo, puedes utilizar aplicaciones como FLUX y twiligh para tablets y smartphones para que la luz que emiten se vuelva naranja tras la puesta de sol. También existen gafas que bloquean la luz azul del ordenador pero, personalmente, no las he probado.
3. Toma alimentos ricos en triptófano Es un aminoácido esencial precursor del neurotransmisor serotonina, que induce la producción de melatonina. Lo contienen los huevos, los plátanos, la carne y el queso. 4. Ingerir hidratos de carbono de calidad para la cenaAlimentos como la calabaza, el boniato o los plátanos pueden ayudar a conciliar el sueño ya que facilitan la entrada de triptófano en el cerebro.
5. Considera incorporar algún suplemento de magnesio Ayuda a descansar mejor por su capacidad como relajante muscular.
6. Evita cafeína (y teína del té) más tarde de las 16h De este modo, hay más posibilidades de que quede metabolizada antes de ir a dormir. Incorpora en su lugar infusiones de efecto calmante, como las de valeriana, pasiflora, melisa o tila pero no las consumas justo antes de acostarte para evitar las visitas nocturnas al baño.
7. No hagas deporte antes de dormir El deporte es de alguna forma una manera de estrés y, como respuesta al mismo, el organismo segrega la hormona cortisol, que es precisamente la que producimos por la mañana de forma natural para activarnos. Si no te queda otra, puedes contrarrestar su efecto ingiriendo carbohidratos saludables, dándote una ducha de agua fría, vaporizando en la habitación aceites esenciales relajantes (lavanda, naranja, neroli) y evitando los dispositivos electrónicos.
8. No tengas miles de luces encendidas por toda la casa, además del ordenador y la tele Da preferencia a las luces de ambiente o incluso a las velas, pon música relajante y a bajo volumen, vaporiza el aire con aceites esenciales relajantes (lavanda, naranja, neroli) mientras vas acabando con todas las tareas vespertinas.
9. Saca todos los aparatos electrónicos de la habitación Apágalos (para evitar de paso un consumo innecesario de energía y contaminación electromagnética) y crea un entorno propicio para conciliar el sueño y favorecer el descanso. Para ello, puedes incluso jugar con los colores que te rodean ya que tienen también influencia en tu estado de ánimo. El verde, el azul y los tonos crema, por ejemplo, son colores relajantes. |
10. Lee
Una vez en la cama es preferible leer (pero no novelas de terror o suspenseJ) que seguir enredando con los dispositivos electrónicos y así evitar la luz y los estímulos.
11. Respira
Regular la respiración con ejercicios como la respiración abdominal aporta más cantidad de oxígeno al cerebro y a las células, llega más aire a los pulmones, la sangre se oxigena más y nos sentiremos más tranquilos y relajados.
12. No te acuestes con la cabeza a tope de preocupaciones
Apárcalas en un rincón de tu cabecita. Piensa que, de todos modos, no hay ya nada que se pueda hacer al respecto una vez que estás en la cama. La mejor ocupación en ese momento no es otra que dormir.
Si no logras detener el parloteo mental practicar la meditación puede ser una muy buena opción.
13. Pon en práctica el colecho
Si tienes hijos pequeños, dormir bien cada noche es todo un desafío. Si están malitos es lo que toca pero, si no, puedes considerar poner en práctica el colecho. Yo lo hice con mi segundo hijo y no creo que se haya convertido en un bicho raro, más bien le veo la mar de feliz y nosotros ganamos en su día bastantes horas de sueño cada noche.
Espero que todos estos consejos te ayuden a mejorar la calidad de tu sueño.
Y, ahora, ¡es tu turno! ¿Cuáles son tus trucos para una noche de ensueño? ¡Cuéntanoslos en los comentarios!
Un abrazo,
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El consejo del colecho me gusta particularmente, yo lo puse en ratico con mis hijos y me pareció una experiencia maravillosa tanto para nosotros los padres como para los hijos. Hoy son mayores y son perfectamente normales 😉
Observo en mi dia a dia montones de padres con niños pequeños faltos de sueño, cansados e irritables…
Gracias por apoyar esta forma de ver la crianza.
Hola Isabel,
gracias a ti por tu aportación. Y todo porque algún día a alguien se le ocurrió decir que los niños pequeñs tienen que dormir solos para que no se malcrien. Una creencia muy destructiva, a mi parecer, tanto para padres como para hijos.
Un abrazo,
Kiki
Gracias, Kiki, por estos consejos. Aquí en Valencia acabamos de pasar una semana fallera intensa, en la que el ruido de petardos, música, gente y fiesta nos ha inundado, complicando el descanso ¡hasta límites insospechados! Por fin, parece que el silencio (todo el que se puede conseguir viviendo en la ciudad) ha vuelto y tus consejos nos vienen ahora como anillo al dedo. ¡Gracias en nombre de todos los valencianos y los que no lo somos pero vivimos aquí! 🙂
Hola Candela,
muchas gracias por tu comentario. De todo tiene que haber en la vida, jeje, pero dormir tiene mucha mas importancia de la que solemos darle.
Me alegro de que lo hayais pasado bien y recuperado la calma (y el sueño) tras la fiesta.
Un abrazo
Kiki