Todavía quedan dos semanas para el comienzo de las vacaciones y ya me siento estragada.
Y no porque haya comido demasiado, sino por el bombardeo implacable al involuntariamente que estamos sometidos estos días.
Se supone que hay que comer y comprar como si no hubiera un mañana y uno llega ya agotado a lo que deberían ser unas vacaciones bonitas y relajadas.
Aunque no siempre lo logro, procuro vivir estos días con un máximo de consciencia y sin dejarme avasallar por la vorágine navideña.
Si no sabes qué hacer para que el consumismo no te arrolle, aquí tienes algunos consejos para que tus fiestas sean un poquito más sosegadas.
Pero hoy vengo con algo más: quiero regalarte un menú.
Sois muchos los que me pedís ideas para comer mejor.
Yo creo que esta época es muy indicada para comer mejor, aunque te pueda parecer todo lo contrario.
Me gustaría muchísimo que estuviéramos todos unidos demostrando al mundo que sí se puede, que las cosas se pueden hacer de otra manera y que eres tú y solo tú quien tiene la última palabra.
¿Por qué y para qué hay que atiborrarse?
¿Qué tal si te regalas escoger lo mejor para ti ahora?
Esta es precisamente la idea que quiero transmitirte ofreciéndote este menú navideño.
Imagínate despertar al día siguiente de la fiesta liger@ y llen@ de energía, en vez de cansado y soñando con otro concepto igual de absurdo: el detox de enero.
Menú navideño sostenible
Hoy te quiero proponer un menú navideño con las siguientes características:
Local: no nos volvamos locos comprando mangos y litchis que llevan semanas de viaje. Seguro que puedes encontrar ingredientes locales con más sabor y a menor precio.
De temporada: veo ya fresas y melones, por poner un ejemplo, en los atestados estantes de los supermercados. ¿Qué necesidad hay de comer este tipo de frutas en diciembre, por favor? Además, ni pega ni apetece (al menos en esta parte del mundo). Consulta el calendario de alimentos de temporada de tu localidad y empieza a idear recetas acordes con la estación.
Barato: comprar local y de temporada nos ayuda a cuidar el bolsillo, pero además, no es preciso dejarse el sueldo en ostras, percebes y langostinos, créeme. ¿Qué te apetece hacerlo? Me parece genial, pero mira desde dónde lo haces (¿para quedar bien, para impresionar…? Y sobre todo evita comprar más comida de la cuenta que luego acabará en la basura.
Saludable: la comida hiperprocesada acecha estos días en proporciones más desorbitadas si cabe. Las alternativas saludables son igual de abundantes que las industriales, pero mucho menos visibles. Por eso: abre bien los ojitos y ¡no te dejes vencer!
Energético y nutritivo: la naturaleza nos proporciona en invierno los alimentos necesarios para estar bien nutridos y con energía en los meses más fríos del año. No los ignores y aprovecha estos días para conocerlos.
Riquísimo: sencillo, de temporada, local y sano no son sinónimos de insípido. Compruébalo tú mismo.
Bonito: el invierno también tiene sus colores y la creatividad no tiene límites ¿verdad? Ponte a prueba y crea algo hermoso, pero lo más natural posible.
Ligero: esto lo digo siempre: no queremos desperdiciar nuestros preciados días de vacaciones en pesadas digestiones que nos roban cantidades ingentes de energía. Por ello optaremos por platos ligeros pero nutritivos.
Casero: no temas, no nos vamos a pasar los días encerrad@s en una cocina, pero si vamos a dedicar un poquito de tiempo a cuidarnos, a nosotros y a los nuestros con comida casera y real sin caer en la trampa de lo precocinado.
Fácil: cada día huyo más de las complicaciones, sobre todo en la cocina. Si preparar un plato me lleva más de 30m y contiene ingredientes que tengo que buscar en la otra punta de la ciudad, lo descarto de inmediato.
El tiempo es oro y no quiero que nos compliquemos la vida con menús rebuscados que en menos de 5 minutos habrán desaparecido del plato. Fácil no está reñido con ninguno de los otros requisitos que te acabo de exponer.
Así que ¡venga! vamos al lío.
Espero que este menú te ayude a no romperte la cabeza buscando opciones saludables y que te guste muchísimo.
Aquí te detallo la lista de los platos para que te vayas haciendo una idea.
- Entrante: crema de calabaza
- Plato principal: boniatos con setas y frutos secos
- Postre: bandeja multicolor y vitaminada
- Bebidas: kombucha, sidra artesana, vino ecológico, y ¿qué tal agua?
Crema de calabaza
Mi plato preferido en invierno son las sopas. Me las tomo ¡hasta para desayunar!
Son reconfortantes, sanas, nutritivas y saciantes.
La sopa de calabaza es una de mis preferidas y el ingrediente principal es un absoluto protagonista de nuestros platos de invierno.
Esta es una versión rápida, que no menos sabrosa, ya que no queremos pasarnos horas en la cocina, sino mas bien disfrutar del tiempo libre y la buena compañía.
Además, se puede dejar hecha el día antes para ganar aún más tiempo.
INGREDIENTES PARA 6 PERSONAS
1 calabaza tipo butternut ecológica troceada. Me gusta este tipo porque ¡no hace falta ni pelarla! Solo tienes que sacarle las semillitas que guardarás a buen recaudo para secar y consumir cuando te apetezca.
1 cebolla cortada en trozos grandes
1 apio nabo pelado y cortado en dados. También lo puedes comprar congelado y ya troceado.
1 l de caldo de verduras
1 hoja de laurel
Jengibre, cúrcuma, pimienta y sal al gusto
Cilantro fresco
Semillas de calabaza tostadas
Nata agria o leche de coco
INSTRUCCIONES
- Pon la calabaza, la cebolla, el apio y el caldo en una olla y cuando rompa a hervir dejar cocinar durante unos 20 m a fuego medio.
- Retira del fuego y añade las especias.
- Retira la hoja de laurel y bate con una batidora de mano.
- Servir y decorar con una cucharada sopera de nata agría por persona o un chorrito de leche de coco según el gusto de cada uno, unas hojitas de cilantro fresco picado y las semillitas de calabaza.
Boniatos con setas y frutos secos
El boniato anduvo desaparecido pero en los últimos años ha vuelto con fuerza para quedarse. Es otro de esos alimentos saciantes y nutritivos que nos ayudan a mantener la energía en la estación fría.
Si sabes del tema, ir a recolectar setas es una actividad perfecta para reconectar con la naturaleza y el origen del alimento durante estos días.
Si no es tu caso, aprovecha para recorrer los mercados locales y charlar con los productores que ofrecen mucha variedad y buenos consejos.
INGREDIENTES
1 boniato pequeño por persona
50 g de mantequilla (de leche cruda si te es posible y fácil encontrar)
Sal y pimienta al gusto
150 g de setas variadas por persona
4 dientes de ajo
1 ramita de perejil
100 g de nueces y avellanas troceadas
50 g de castañas asadas
aceite de oliva o de semillas de calabaza
1 puñado de canónigos por persona
INSTRUCCIONES
- Asa los boniatos enteros en el horno precalentado durante una hora a 200°. Antes de meterlos en el horno realizada varias incisiones con un cuchillo para que se hagan bien por dentro.
- Saca la pulpa de la piel y ponla en una fuente o plato hondo.
- Añade la mantequilla, la sal y la pimienta y mezcla todo bien con un tenedor hasta obtener un puré. Reserva.
- Dora 4 dientes de ajo en un chorrito de aceite de oliva caliente. Cuando estén pochados añade las setas bien limpias y troceadas.
- Rehoga durante 10m.
- Añade el perejil, las nueces, las avellanas, las castañas y salpimenta al gusto. Revuelve todo bien y deja rehogar 5 minutos más.
EMPLATADO:
Dispón una cama de puré de boniatos en cada plato.
Añade las setas rehogadas y los frutos secos.
Añade una capa de canónigos.
Aliña con un buen chorro de aceite de oliva o aceite de semillas de calabaza y sal al gusto.
Bandeja dulce multicolor
En la mayoría de las casas españolas habita durante los días navideños un curioso personaje: la bandeja del turrón.
Mantecados, turrones para todos los gustos, piñones, almendras garrapiñadas, y hasta la tradicional fruta escarchada que resiste al paso de los siglos, acuden puntuales a su cita con la famosa bandeja.
No se si atreverme a generalizar, pero creo que podría afirmar que a nadie le gusta especialmente su contenido y, sin embargo, todos acabamos picando algún trozo por pura inercia.
Si sobre algo hacemos hincapié desde este blog, en cuanto a alimentación se refiere, es a la importancia de erradicar la comida industrial o procesada nuestra vida AHORA.
Y, ¿hay algo más industrial que este tipo de dulces navideños?
La respuesta la conoces de sobra.
No seré yo la que te diga que no te tomes un dulce estos días, pero sí me gustaría proponerte que seas creativo a la hora de escoger un postre o unos dulces navideños saludables para tus invitados.
Una opción es que tú mismo los fabriques para tener el control de los ingredientes que podrás seleccionar con mimo.
Otra es recurrir a dulces artesanos que han sido menos procesados y sus ingredientes no tan maltratados.
Personalmente me encantan las bandejas creativas, coloridas y sanas como la que te propongo hoy.
En realidad, no hace falta mucha explicación.
Simplemente déjate llevar por la imaginación.
En mi bandeja he dispuesto lo siguiente:
- Frambuesas
- Kiwis
- Arándanos
- Physalis pelados
- Bombones caseros (sigue leyendo, encontrarás la receta más abajo)
Es cierto que en este plato algunas frutas no son ni locales ni de temporada como es el caso del fisalis. También me gusta poner rodajas de naranja con canela en polvo para darle al plato el toque amarillo a la composición.
BOMBONES/TABLETA DE CHOCOLATE CASEROS
Esta receta te vale para hacer bombones individuales pero también tabletas de chocolate que puedes partir en trozos y queda también muy bonito.
Como ves es superfácil y están riquísimos.
INGREDIENTES
4 medidas de cacao puro en polvo (de preferencia crudo y ecológico) con 0% azúcar
4 medidas de manteca de cacao
1 medida de sirope de agave lo menos procesado que te sea posible encontrar
Avellanas enteras al gusto
INSTRUCCIONES
- Derrite la manteca de cacao al baño maría
- Añade el sirope de agave y mezcla bien con la manteca de cacao
- Añade el cacao en polvo poco a poco: una medida y disuelve, otra medida y disuelve. Así sucesivamente para evitar que se formen grumos.
- Verter en moldes para bombones o tabletas y poner una o dos avellanas por bombón o repartirlas por toda la tableta.
- Dejar enfriar y meter en meter en el congelador.
- Servir recién sacados del congelador.
Bebidas
¿Qué opinas de beber agua?
Tranquil@, no me voy a poner talibana, una copita de un buen vino ecológico es una opción perfectamente saludable.
Si no te gusta el vino la sidra artesanal es más suave y una buena alternativa.
Otra bebida que está muy de moda últimamente, aunque su origen es bastante remoto es la (¿el?) kombucha.
Eso sí, es una bebida no exenta de polémica por su contenido en azúcar, que se reduce notablemente a medida que avanza la fermentación, o su contenido en alcohol que aumenta.
Kombucha
El llamado té de kombucha, de origen chino, es una bebida burbujeante que se obtiene al fermentar los siguientes ingredientes:
- Hongo kombucha
- Té verde
- Azúcar integral
Hoy en día esta bebida se puede comprar ya hecha en herbolarios o tiendas especializadas. Pero ten cuidado y lee muy bien las etiquetas, ya que puede haber ingredientes adicionales que no pintan nada en nuestra bebida.
Por lo tanto, para ganar tiempo esta será la opción preferida, pero si quieres preparar tu propio té de kombucha, adelante, en internet encontrarás cientos de recetas para todos los gustos.
Solo ten en cuenta que necesitarás por lo menos tres semanas para que el proceso de fermentación tenga lugar.
También tendrás que hacerte con la colonia de bacterias conocida con el nombre de scoby (Symbiotic Colony Of Bacteria and Yeast) que da un pelín de asquete a decir verdad. Lo puedes adquirir online, o de alguien que prepare kombucha frecuentemente y te pueda regalar un hongo “hijo”.
Como alimento probiótico que es, ofrece interesantes beneficios gastrointestinales.
El resto de bebidas lo único que consiguen en sobrecargar y desequilibrar nuestro organismo.
Volver a reequilibrarlo cuesta tiempo y energía y apuesto a que prefieres emplear tu energía en otras cosas más interesantes, ¿no crees?
Conclusión
Espero que te haya gustado mi menú navideño.
Tanto si te decantas por lo que te propongo como si no, mi idea es animarte a que no te dejes llevar por el rebaño disfrazado de:
–> “siempre se ha hecho así”
–> “una vez al año no hace daño”
–> miedo a quedar mal
–> miedo al qué dirán
–> no tengo ganas ni tiempo.
Ya conoces mi consigna:
¡Cuida de ti primero!
Es tu turno
Y ahora cuéntanos:
¿Cómo cuidas de ti primero durante estos días?
¿Qué consejos o propuestas nos darías?
¿Te cuesta elegir y/o saber qué es mejor para ti ahora?
Te mando un abrazo muy fuerte,
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Genial como siempre, gracias!
Yo en navidad suelo adaptar lo de todos los días con ingredientes un poco más especiales, como por ejemplo la empanada de algas, que es una fiel en la cena de nochebuena!
Feliz navidad a toda la familia y gracias por compartirnos tantas cosas 🙂
Hola Alba,
muchas gracias a ti por estar ahí!
Empanada de algas, mmmmm, suena muy bien, seguro que está riquísima 🙂
Que la disfrutes y que pases unos días muy felices,
Kiki
Ayyyy!!!!!Lo que me ha gustado tu menú navideño, nada parecido a la cenas navideñas que se acostumbran hacer.A
ver, por qué se ha que comer, gastar, y cocinar de manera loca en esos diass??? la verdad no sé porqué, excesos por todas partes, innecesarios y sin sentido. Pero esa «bandeja del turrón», es que no puede faltar, es un clásico aunque algunos años dure hassta el verano,,.
Hola Vera Cruz,
me alegro mucho, la verdad es que es facil dejarse llevar por la inercia, pero es posible darse cuenta y reaccionar a tiempo 🙂
Y oye, que no te falte tu bandejita de turrón si te hace feliz, faltaria más!
Gracias por tu comentario y un abrazo muy grande,
Kiki
¡Siempre encuentro perlitas en tu blog! En 2019 me pasaré con mucha más frecuencia.
No había leído el artículo hasta hoy (la fiesta de la conciencia me tenía «entretenida») 25 de diciembre, pero he cenado muy parecido al menú que compartes.
1/ Crema de calabaza, zanahoria, y boniato
2/ Salmon ahumado con canónigos, rúcula y cebolleta
3/ Pastel casero de queso, galleta de espelta y mermelada de arándanos.
Me anoto la receta de los boniatos pero tengo que aprender más de setas y hongos.
¿Sabes qué? Ayer abrí una botella de vino pero tras dos vasitos, saqué mi botella de Kombucha y mi padre se atrevió a probarlo. Estábamos cenando solos, él y yo, y disfrutamos mucho de la cena y de irnos pronto a descansar para madrugar. ¡De tal pala tal astilla! [jajajaja]
Aprovecho estas lineas para mandarte un fuerte abrazo, darte las gracias por tu labor y espero que en el 2019 podamos por fin abrazarnos y conocernos ¡YA!
Quiero organizar un encuentro de brujas en mi Tierra [cueva de Zugarramurdi] Ahí lo dejo 🙂
Hola Ana querida,
muchas gracias por tus palabras siempre tan cariñosas!
Qué rico tu menú y qué bonito es cuidarse y darse lo mejor, también en estos días, aunque a muchos les parezca utópico. La kombucha es todo un punto y hasta a los más reacios les acaba gustando.
En 2019 nos abrazamos seguro, que en agosto me quedé con las ganas, jeje, bien sea en el encuentro de brujas (como me gusta ese idea 🙂 o en cualquier otro lugar.
Otro abrazo enorme para ti y nos vemos en tu Fiesta de la Conciencia que no me pierdo por nada del mundo.
Hasta pronto guapísima!
Kiki