Se estima que cerca de un 80% de la población activa en Europa trabaja en una oficina con horarios entre las 9 de la mañana y las 8 de la tarde, dependiendo del país en el que nos encontremos.

La tecnología ha cambiado mucho el trabajo de oficina, pero ¿qué pasa con el entorno en el que los empleados pasan la mayor parte de su tiempo?

Mucho me temo que los cambios en este ámbito han sido más bien pocos en comparación.

Por ello creo que ha llegado la hora de empezar una revolución en la oficina.

No se lo vamos a vender al jefe y a los compañeros en estos términos (rewilding en la oficina) pero sí vamos a hablarles de humanizar al máximo el espacio de trabajo para incrementar el bienestar de los trabajadores y, de paso, la tan buscada productividad.

De hecho, no es una mentira. No es en absoluto una cruzada contra tu empleador, sino lo que en inglés se conoce como win win situation o situación en la que todos salen ganando.

Cuántas veces miras por la ventana deseando, tanto física como mentalmente: 

• estar más fuera que dentro,
• respirar aire puro,
• que un rayo de sol bañe tu cara,
• mover el esqueleto y relajar los músculos entumecidos,
• desconectarte de las pantallas y del mundo virtual.

 Por muy majetes que sean tus compañeros de trabajo y por mucha mentalidad abierta que tenga tu jefe, una oficina no es el lugar más recomendable para la salud, tanto física como mental, de la especie humana.

Nuestro cuerpo no fue diseñado para pasar largas horas sentados, ni para ingerir comida basura mientras sigues mirando pantallas, ni para respirar aire artificial lleno de toxinas y microbios, ni para estar expuestos continuamente a la luz artificial.

Mi trabajo como rewilding lifestyle coach es animar a las personas a descubrir e implementar un estilo de vida más cercano a la naturaleza y a nuestra propia naturaleza humana, sea donde sea.

Por ello, hoy vamos a ver lo que el rewilding puede hacer por ti para mejorar tu vida en un entorno en el que mucha gente pasa tantas horas al día.

Hará falta creatividad y perseverancia para convencer a tus compañeros. Es un reto mayúsculo, soy consciente, pero podéis daros un mes de prueba, por ejemplo, y evaluar entonces los efectos que se producen y los beneficios asociados.

¡Empezamos!

 ¿Trabajar ocho horas al día?

Empezar reduciendo la jornada laboral es un buen comienzo y, por favor, no dejes de leer y cierres el artículo si oyes una vocecita diciéndote: “¡Buah! ¡Eso es imposible!”. Algún día, ya lejano también, parecía imposible no trabajar los sábados ni los domingos o que existieran las vacaciones pagadas.

Los suecos han sido los primeros en captarlo.

Según la web Science Alert, numerosas empresas de este país están empezando a implementar la jornada de seis horas diarias con un único fin: hacer más en menos tiempo. De este modo los trabajadores tendrán más energía para disfrutar de su vida privada.

Resultado inmediato: empleados más felices = incremento de la productividad.

Por ponerte un par de ejemplos, Toyota Gotemburgo (empresa en la segunda ciudad más grande de Suecia) implementó este horario hace ya 13 años y los resultados no se hicieron esperar.

La empresa Filimundus, especializada en el desarrollo de aplicaciones, con sede en Estocolmo, lo introdujo el año pasado. En palabras de su director ejecutivo, Linus Feldt:

“La jornada laboral de ocho horas no es tan efectiva como se podría pensar. Permanecer enfocado en una tarea específica durante ocho horas es un gran desafío. Para hacerle frente intercalamos numerosos descansos pero lo único que se consigue es que la jornada laboral sea más larga innecesariamente y que nuestra vida privada sea cada vez más difícil de manejar”.

Además, el Sr. Feldt explica que en su empresa no está permitido el uso de redes sociales, las reuniones se reducen al mínimo y se eliminan otras distracciones durante el día. El único objetivo es que el personal esté más motivado para trabajar más y mejor mientras está en la oficina.

Solicita un escritorio para trabajar de pie

El uso de este tipo de mesa puede contrarrestar, en parte, los efectos nocivos de permanecer demasiado tiempo sentado. 

Aunque la investigación está todavía en las primeras etapas y los efectos varían según los usuarios, los escritorios para trabajar de pie parecen reducir el riesgo de aumento de peso y la obesidad, de aumento de los niveles de azúcar en sangre y el riesgo padecer enfermedades del corazón. 

Además, podría reducir el dolor de espalda, ayudar a mejorar el estado de ánimo y los niveles de energía e, incluso, a aumentar la productividad. 

Es importante mantener una postura adecuada para que los efectos sean beneficiosos: glúteos apretados, espalda recta, abdominales tensos, cabeza en posición neutra perfectamente alineada con el resto del cuerpo y mirando al frente, no hacia abajo, por lo que la pantalla del ordenador debe estar a la altura de los ojos. En este artículo, Kiki te cuenta su experiencia.

 Rodéate de plantas

Un estudio llevado a cabo en dos grandes oficinas comerciales durante varios meses consecutivos en Holanda y Reino Unido demostraba la mejora de la calidad del aire, de la concentración y de la satisfación laboral así como del nivel de productividad en dichos espacios gracias a la presencia de plantas en ellos.

La directora de la investigación, Marlon Nieuwenhuis, de la Escuela de Psicología de la Universidad de Cardiff, afirmaba que enriquecer un espacio tan espartano como una oficina con plantas serviría para mejorar la calidad de vida de los trabajadores e, incluso, aumentar su productividad en un 15%. 

Además, diversos tipos de plantas como el espatifilo, el poto, el ficus o la cinta limpian el aire de los cada vez más presentes elementos quimico-sintéticos que liberan en el aire compuestos volátiles orgánicos y que son tan dañinos para la salud en altas concentraciones.

Rodéate de imágenes que emulen la naturaleza

Es evidente que es mejor estar al aire libre que en un espacio cerrado. Aún así, cuando toca permanecer dentro, estar rodeado de bellos paisajes naturales ayuda a sentirse mejor y más relajado.

Que brille el sol

Todos conocemos la sensación desagradable de estar atrapados en una habitación sin ventanas bajo luces fluorescentes durante el día.

Investigadores del programa Interdepartamental de Neurociencias de la Northwestern University de Chicago, informaron de que el impacto negativo del trabajo en un entorno sin ventanas es un fenómeno universal. Existe una fuerte relación entre la exposición a la luz del día de trabajo y el sueño, la actividad y la calidad de vida de las personas que trabajan en una oficina.

En comparación con los trabajadores de oficinas sin ventanas, los que tenían ventanas en el lugar de trabajo recibían un 173 por ciento más de exposición a la luz blanca durante la jornada laboral y dormían un promedio de 46 minutos más por noche. Los trabajadores sin ventanas obtuvieron puntuaciones más bajas que el resto en lo relacionado a la calidad de vida, tanto física como mental.

También obtuvieron peores resultados en cuanto a la calidad general y eficiencia del sueño y los trastornos relacionados con el mismo.

Aire acondicionado y calefacción

Admito no ser muy fan del aire acondicionado.

Las investigaciones muestran que las personas que trabajan en ambientes con aire acondicionado pueden experimentar dolores de cabeza crónicos y fatiga. Aquellos que trabajan en edificios que se bombean constantemente con aire frío también pueden sufrir de una irritación constante de las mucosas, así como de dificultades respiratorias.

Es el motivo por el que nos volvemos más vulnerables a contraer resfriados, gripe y otras enfermedades.

Algo parecido ocurre con la calefacción. A veces vivimos en temperaturas tan ridículamente altas que contaminan fuera y nos debilitan por dentro.

En nuestro caso, evitamos el aire acondicionado en casa (y ya sé que Bélgica no es España 🙂 y procuramos mantener la calefacción al mínimo, prefiriendo ponernos un jersey o encender la chimenea. Por la noche apagamos la calefacción siempre, aunque la temperatura sea bajo cero.

En la oficina lo mejor es mantener el aire y la calefacción al mínimo e ir alternando con la ventana abierta cada cierto tiempo.

Siesta y meditación

 No digo que las siguientes empresas sean las reinas del rewilding pero creo que vale la pena considerar sus propuestas.

Se dice que el gigante Nike está extendiendo cada vez más su compromiso con la salud y el bienestar de los empleados. En su sede cerca de Portland, Oregón, los empleados disfrutan de estancias tranquilas, donde pueden dormir la siesta o, incluso, meditar durante el día.

En la sede de Google en Mountain View, California, los empleados pueden disponer de asientos de salón de aspecto futurista que emiten sonidos relajantes para que puedan echarse una siestecita cuando lo necesiten.

Por supuesto, el bienestar de los empleados es sólo uno de los beneficios de la siesta patrocinada por la compañía. La otra ventaja importante es, sin duda, un mejor rendimiento de los mismos.

En la década de 1990, la NASA reconoció el papel crucial del sueño para los astronautas y experimentó con siestas cortas durante sus días de trabajo. No es sorprendente que el rendimiento se disparara.

Hoy, la «siesta de la NASA» es una práctica común entre los pilotos que hacen vuelos internacionales para aerolíneas como Continental y British Airways.

Durante los años que Kiki trabajó en Virgin, la posibilidad de echar una siestecita en uno de los salones habilitados para ello hacía posible afrontar las últimas horas de la jornada laboral con energía renovada, en lugar de luchar con los bostezos hasta la hora de abandonar la oficina.

Conocer la luz

Como ya explicamos en este artículo todos los seres humanos tenemos un reloj biológico que marca determinados ritmos y que no podemos ignorar.

Este reloj regula nuestro funcionamiento fisiológico y nuestro comportamiento gracias a la secreción de hormonas. A su vez, es regulado por varios factores, siendo la luz el más importante.

Nuestro código genético lleva la información de que de día se realiza actividad y de noche se descansa. Sin embargo, la exposición a la luz artificial, de baja calidad y siempre constante, altera seriamente nuestro ritmo circadiano, sobre todo el del sueño, obstaculizando la recuperación física y una salud óptima.

La luz de la mañana es clara, para invitarte a la actividad diaria; la del mediodía es de espectro azul, para mantener dicha actividad, y por la tarde naranja, como la puesta de sol, que nos invita a ir reduciendo el ritmo para entrar poco a poco en fase de descanso.

El gran problema es que hoy en día vivimos casi todo el día con luz artificial, que es azul (aunque no tan luminosa como la del sol, pero suficiente para inhibir la producción de melatonina). Estar enganchados todo el día a dispositivos electrónicos y expuestos a luz artificial es casi como estar expuestos todo el día a la luz azul del mediodía.

Si no te queda más remedio que utilizar el ordenador cuando la luz natural se va extinguiendo, puedes utilizar aplicaciones como Flux y twilight para tablets y smartphones, para que la luz que emiten se vuelva naranja tras el atardecer.

Alimentación

Cuando se ha de permanecer largos períodos sin estar activo en absoluto las elecciones alimenticias son aún más importantes.  

Es primordial planificar y preparar de antemano lo que se va a comer y evitar todo lo que sale de una máquina. Excepto vitalidad, hay de todo en los “alimentos” y “bebidas” que ofrecen. 

Si en tu empresa hay comedor, no es excusa para llevar una dieta pobre. Siempre hay opciones para elegir comida como ensaladas o verduras de estación en lugar de las omnipresentes patatas fritas. Cuanta más gente pida comida sana más posibilidades hay de que el comedor empiece a ofrecer más comida sana. El cliente es el rey y la demanda manda siempre. 

Para los momentos de mayor estrés, ten siempre a mano alimentos que te proporcionen energía y bienestar como fruta fresca de temporada, zanahorias, frutos o fruta secos (dátiles, orejones, pasas) en lugar de las consabidas chocolatinas o cualquier otra golosina.  

Un buen café orgánico puede ser el paraíso, pero no cuando se bebe como si fuera agua y se toma con adicción. Es mucho más recomendable dar preferencia a infusiones de diferentes hierbas según la situación (estrés, cansancio, concentración…).  

Bebe suficiente agua para mantenerte hidratado, pero sin exagerar. En este artículo hablamos más del tema. Escucha tu sed y, ante la duda, observa el color de la orina. 

En muchas empresas cualquier motivo es bueno para una celebración: nacimientos, despedidas, cumpleaños, etc. Nada en contra, siempre he sido el primero en participar. El problema es que siempre se celebra con comida que es demasiado dulce o demasiado salada. Es un buen momento para poner en funcionamiento la creatividad dormida y demostrar a tus compañeros que sano no es sinónimo ni de soso ni de aburrido.  

Reivindica tu derecho al movimiento

En este artículo ya hablamos de cómo permancer demasiado tiempo sentado nos está matando, literalmente.

Rebélate por tus derechos, en este caso ¡por tu derecho a moverte y a estar de pie!

¡Vamos, no seas perezoso, tu cuerpo te está pidiendo movimiento a gritos!

• Camina y coge la bici en vez del coche o el transporte público, siempre que sea posible. Y, si coges el transporte público, intenta ir de pie.  

• Si coges el coche, aparca un poco más lejos y haz un tramo andando. Te beneficiarás, no solo del movimiento, sino también del aire fresco y de la luz natural.

• En lugar de enviar un correo electrónico o llamar a tu compañero, ve a verlo y, de paso, estiras las piernas a la vez que socializas.

• Toma las escaleras en lugar del ascensor.

• Muévete, por lo menos, cada hora. Haz uso de la tecnología y programa alarmas si hace falta.

• Come ligero y date un paseo después.

• Cada vez hay más personas que aprovechan la hora de comer para correr o realizar alguna actividad física. Incluso hay empresas que organizan clases de yoga u otras actividades a esta hora. En mi caso, como entusiasta de MovNat que soy, quiero invitarte a descubrirlo para variar un poquito. Correr es genial, pero en lo que a mí respecta, MovNat es más divertido, más diferente, más desafiante y más funcional.

Sé que lo que te propongo no es fácil. Oficina y naturaleza son dos polos opuestos.

Pero, aun así, quiero que lo intentes y que compruebes cómo tu calidad de vida puede mejorar significativamente llevando el rewilding a tu lugar de trabajo.

Ahora me encantaría que me contaras tus experiencias y compartieras tus propuestas en los comentarios. ¡Te espero! 

Un abrazo enorme,